jueves, diciembre 14, 2006

Jorge Drexler, Palau de la Música, 29/11

Hace un par de semanas estuve en dos acontecimientos bastante relevantes en mi carrera musical como fan. En dos días consecutivos estuve en dos de las salas más emblemáticas de Barcelona en dos conciertos que tardaré en olvidar. El primero de ellos, que nos ocupa ahora fue en el Palau de la Música, en Vía Laietana. Una maravilla de sitio en el que hace años pude ver a Enrique Morente.

La expectación para el concierto era enorme, incluso fue prorrogado a un día más. La cosa prometía.

Llegué un rato antes, para tomar una cerveza riquísima en el bar mientras esperaba a mi amigo que traía las entradas. Llegaba la hora y fuimos a ocupar nuestros puestos. Qué casualidad, casi los mismos que la última vez. Sonaba una música de aire brasileño bastante tribal y agradable con el sonido de fondo que abre el dico como una especie de efecto Doppler de ida y vuelta.

En unos minutos salió al escenario nuestro héroe, con una imagen exacta a la que me había hecho previamente, para variar. El concierto empezó algo frío, con algunos fallos en el sonido que mermaban la creación del clima necesario para el evento. Por suerte, y para mi sorpresa, el público estuvo tan entregado que compensó sobradamente toda posible pega. La entrega de Jorge fue total, cambiando su ubicación para que la gente de las graderías superiores pudiera verle, comunicando constantemente con el público, tocando canciones por petición, etc. Todo un encanto y un caballero.

El set list se compuso de temas de su reciente 12 Segundos de Oscuridad intercalando los temas más conocidos de Eco y un par de referencias a sus discos anteriores como Radar o La Edad de Hielo. Un auténtico lujazo, interpretado con todo su cariño, con el mínimo contenido pregrabado (reducido a las programaciones). La gran mayoría de los temas fue clamorosamente aclamada, con aplausos de gran intensidad entre tema y tema y cada vez que nuestro uruguayo preferido hacía un comentario.

Los músicos que le acompañaron estuvieron a una gran altura, a excepción de algunos problemas eventuales, mostrando una gran versatilidad en cuanto a instrumentos. Incluso pude ver una especie de violín-jarradeagua-timbal muy curiosa que acompañó un par de canciones.

Podríamos decir que es un cantautor con temas concebidos desde el clásico guitarra-voz con gran audacia y habilidad para introducir arreglos del siglo XXII. Quizá algunos temas me gusten más desnudos, pero le reconozco todo el mérito y el valor por la originalidad de su propuesta.

En algunos de los momentos llegó a emocionarme de verdad, y eso es algo que cada vez me sucede menos. Una auténtica suerte.

Más de Jorge Drexler aquí.

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1 Comments:

Blogger Pere Tarter said...

Yo lo concí en el programa de Buenafuente y también me sorprendió- Después lo lamnetable de la ceremonia de los Oscar!!!!
Y me sabe mal por el Banderas, que no ma cae nada mal....pero lo de salir a por el oscar y cantar el trocito de su tema fue genial.

18:41  

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